Agustín Benelli y la enseñanza de poesía en las escuelas (manifiesto)
Agustín Benelli es un poeta de vocación humanista, en el sentido más concreto y real del término –tan presto a generalidades manidas–. Agustín ha cultivado por años la poesía, pero no solo la poesía como palabra de sí en el mundo, sino la poesía como posibilidad común de la humanidad para mejorar la difícil y precaria sociedad que hemos construido como especie.
Desde la ciudad de Concepción (Biobío, Chile) Agustín ha desarrollado una práctica de enseñanza de poesía en escuelas y liceos, con la idea clara e insistente de que incluyendo la poesía en el sistema educativo nacional –y mundial– lograremos trasmitir herramientas más eficaces de crecimiento humano.
Luego de mucho bregar por escuelas e instituciones encargadas de la gestión educativa, Agustín logró financiamiento para los programas de formación en poesía, hoy en día activos, y con el desafío permanente de mantenerse, crecer y mejorar. En su periplo, ha invitado a decenas de poetas a sumarse al proyecto, con la firme convicción de que es posible y necesario un sistema educativo que sitúe a la poesía donde le corresponde, como una materia que no solo abarca los sueños, sino la realidad cotidiana, la percepción primera del mundo, la capacidad de discernir sensiblemente ante un mundo caótico e incrustar las bases de su transformación.
Al principio fue el verbo, y éste debe ser germinal, lejos de la inocuidad de altos estantes o cementerios sagrados. La poesía para Benelli no se conforma con ser palabra acerca de la palabra, forja verbal de una psique para sí, sino enseñanza mundana sobre las posibilidades del decir-nos para el hacer y pare el ser.
Parafraseando el ideario y la praxis de Simón Rodríguez, Agustín traza el camino para que el ejercicio poético ayude a despabiliar desde la sensación y abra las puertas de la cavilación y la acción, algo que puede ayudar a todos y todas, y no ser un manto priveligiado de unos pocos.
El más reciente manifiesto del proyecto es –no podía ser de otra forma– un poema, el cual compartimos a continuación con el ánimo de contagiar el entusiasmo por incluir la enseñanza de la poesía en las escuelas de primaria y secundaria de otros países de América Latina y del mundo.
Manifiesto del nuevo poeta
No sabemos sus nombres pero hace años colocaron un esqueleto sobre el pupitre nadie lo puede hojear como un libro tampoco el verso libre entra en la vena porque es ahuesado y seco y la náusea tiembla en la garganta pero existimos en el futuro. Creíamos que sólo era posible en un relato distópico en el centro mismo de la dictadura perfecta predicha por Aldous Huxley en cuyas membranas de neón la democracia hace sentir a la humanidad libre! libre! respirando al ritmo de los robot cabezas en movimiento pero lejos de la utopía en la violenta y espeluznante actualidad con noticias líquidas y amargas que hunden en la tristeza. Volábamos por el mundo sin que nadie pusiera atajo a nuestra respiración no comprendimos que el censor no reprochaba el largo y ancho de nuestros sueños porque no eran lo suficientemente grandes para provocar su iracundo gesto. Soslayando el oscuro mar de la distopía hablaremos del nuevo poeta situado donde pueda socorrer donde logre expandir el oxígeno y dejar caer sobre cientos de jóvenes el gozo de vivir. El nuevo poeta tiene ojos de hombre y mujer libre de la soga que domestica el vuelo de las aves un cuerpo sin el peso de la oscuridad. El nuevo poeta descenderá al aula con el fruto del árbol de la vida y dará de beber a la juventud de la copa pura y esplendente denunciará la hojarasca o remedo de poesía denunciará el impulso ebrio de la mano que objeta vivir con imaginación en la sala de clases y junto a los maestros destruirán su máquina de negación. Bajo los bosques extintos el nuevo poeta levantará su campamento su sueño traspasará las fronteras de las naciones la consigna es la determinación de romper ligaduras de ventanas y puertas de habitaciones donde yace la poesía secuestrada por quienes han plantado en los programas escolares una falacia de ella. Mientras el planeta parece sumergirse en el caos la consciencia del nuevo poeta es la realidad más pura en su mano está el manifiesto de su ardiente deseo levantar el arco de la mirada y hallar la grieta en los muros de la ciudad por donde rescatar a la juventud y hacerla explorar la colmena de la poesía sin abejas asesinas. El nuevo poeta temblará de pasión al develar en el tráfago postmoderno el objeto maravilloso que expande mente y corazón el poema ya no será una materia inerte sino la llave que hará crecer el alma. El nuevo poeta abrirá los portales de la conciencia a un nuevo mundo edificará en el aula un oasis levantará en el corazón de las nuevas generaciones la capacidad de edificar la gran ciudad Como un avión de papel en el espacio aéreo de la luz el nuevo poeta llevará un himno de amor al aula un bálsamo que pueda aliviar la incertidumbre cuando la vida enseña su fragilidad. Hoja por hoja abrirá el corazón de la juventud a otra ventana a otra imagen de perfecta armonía el nuevo poeta guiará a las nuevas generaciones a expresar sus alegrías y sufrimientos el cielo entrará con gozo a la sala de clases la juventud llorará cuando en sus frentes algo cálido como el sol los reúna con el padre y la madre que nunca tuvieron unión de asombro y luz.
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Para conocer más sobre el proyecto de educación poética en Chile se puede consultar el espacio web http://www.lapoesiaenlasaulasdechile.webnode.es/, o el libro Oasis. Poesía en las aulas de Chile (Ediciones Conxiencia, Chile, 2021).
Agustín Benelli (Concepción-Chile). Comunicador y poeta, con estudios en la Universidad de Concepción. Creador y director del programa Educación Poética para Chile. Productor y conductor de Flashback, programa de conversación en torno a la poesía. Sus poemas han sido publicados en periódicos, revistas y en diversas antologías nacionales como internacionales. Fundador de los encuentros Aproximación a la Educación Poética en América y del Festival Internacional de Poesía del Biobío (FIPBB).