El alba es el leopardo

Juan Sánchez Peláez (1922 – 2003)
Edición bilingüe e ilustrada
Ilustraciones: Andrea Britto
Edición y selección: Giordana García Sojo
Traducción: Raquel Sánchez y Cristina Gálvez Martos

Poeta venezolano de gran influencia en la escritura tanto de su generación como de las posteriores. Pasó largas estadías en Chile y Francia, donde participó activamente en las transformaciones culturales de ambos países. En Chile participó en el Grupo Mandrágora. En Venezuela colaboró en diversos espacios de creación y promoción literaria como la revista Poesía de la Universidad de Carabobo, el suplemento “Papel Literario” del diario El Nacional, la revista Zona Franca, entre otros. En 1976 fue merecedor del Premio Nacional de Literatura y en 2001 le fue concedido el doctorado honoris causa de la Universidad de Los Andes.

Toda su obra se puede leer como una línea de tenue curva que cierra sobre sí misma en un círculo perfecto. Desde Elena y los elementos (1951) hasta Aire sobre el aire (1989), el poeta ofrece una visión que conjuga la metafísica existencial con una sensualidad de rotunda animalidad.

Un caballo redondo entra a
mi casa luego de dar muchas vueltas
en la pradera

un caballo pardote y borracho con
muchas manchas en la sombra
y con qué vozarrón, dios mío.

Yo le dije: no vas a lamer mi mano,
estrella errante de las ánimas.

Y esto bastó. No lo vi más.
Él se había ido. 
Porque al caballo 
no se le pueden nombrar las ánimas
ni siquiera lo que dura 
un breve, un vertiginoso relámpago.

De Aire sobre el aire (1989)

Las letras venezolanas estarían heridas sin el genio poético de Sánchez Peláez, singular y profuso de influencias posibles –el surrealismo según la crítica–, pero especialmente suscitador de nuevos entusiasmos y asombros. Juan Sánchez Peláez destacó dentro de una generación de grandes poetas en el país, sin embargo, no es conocido como se debiera en otras latitudes, por lo que la presente edición, bilingüe e ilustrada por la artista venezolana Andrea Britto, busca ayudar a resarcir este fútil error que, parafraseando a su amigo Álvaro Mutis, sigue siendo un secreto que no queremos guardar más.

Contáctanos para una consulta gratuita