El cuerpo intenta asirse del lenguaje

Sobre (Des)equilibrios y una cuerda para asirse de Yanelys Encinosa Cabrera

El equilibrio es “el estado de inmovilidad de un cuerpo sometido a dos o más fuerzas de la misma intensidad que actúan en sentido opuesto, por lo que se contrarrestan o se anulan” (Diccionario Oxford). La poeta Yanelys Encinosa Cabrera ha hecho un juego de palabras con esta definición al colocar en el título del libro la palabra equilibrio antecedida del prefijo des, entre paréntesis. ¿Este poemario es el ensayo de un equilibrio que no se logra del todo y que sin embargo se busca en el lenguaje? Esto me parece tras leer cada uno de sus poemas en los que un cuerpo intenta acomodarse en el espacio de la palabra. Este cuerpo, el de la poeta, recorre distintos temas, y recurre a diferentes estrategias poéticas para lograr una polifonía, un canto coral, lleno de ritmo, desde las vísceras.

El primero de los poemas “Ante la página en blanco” es una poética. En ella el poema es un cuerpo que habita el cuerpo de la poeta. Hay, además, un afán de posesión desde el goce sexual. De esta manera, el poema tiene un “costado virgen” (p.3), que la poeta busca alcanzar mediante el trabajo con el lenguaje frente a la desafiante página en blanco: en el roce del tema / del sema / ceño fruncido ojos hincados en la pantalla / succionando / salivando / silabeando el vacío (p.3).  Es el poema el que se busca alcanzar, mediante la posesión del lenguaje, pues existe una desesperada nece(si)dad de penetrar de un tajo / la blandura del papel / y desvirgarle el filo / a la palabra (pp. 3 y 4).

Lo mejor de la poesía nace de escritores con honestidad poética, que se sienten impelidos, llamados por una apremiante necesidad, aquello que los griegos llamaron ananké, a la que la creadora no puede hacer caso omiso. En estos textos existe ese impulso, convicto y confeso de nombrar, de poetizar la realidad, de dar mediante el lenguaje un algo de equilibrio a esa inestabilidad también manifiesta desde el título. Para ello, se busca en el cuerpo el primer espacio del lenguaje, su primer laboratorio.

Siguiendo esta premisa de lectura encontramos el poema “Lugar común: riesgo clínico del caminante”, que continúa profundizando esta poética del cuerpo, pero ahora desde otro espacio: es el cuerpo ante la caída, y al mismo tiempo, una anatomía que se levanta de la derrota, en la transición en la que se insiste en el libro entre el desequilibrio y el equilibro. Se trata aquí del movimiento, del transcurrir de la vida entre caerse y levantarse: Cuando uno se ha caído antes / cuando se aprende a caer de nuevo / como si no doliera la resbaladura / una se yergue del lodo / con cierto desparpajo (p. 6). Este poema es un canto al recomenzar, pero no desde una visión edulcorada, sino bastante lejana de ello: desde la experiencia del que ha caído y sabe que puede volver a suceder, pero que decide a través del cuerpo levantarse y seguir la marcha, pues ese es el riesgo clínico del caminante. Por ello el epígrafe de Machado: se hace camino al andar.

Si continuamos nuestro camino por este libro encontraremos también el tema del amor. Quisiera detener mis pasos ante el poema “Un nombre resbalándose en mi hondura”pues en él podemos observar cómo –mediante varios stoffs y motivos– el tema fundamental continúa siendo el cuerpo, pues desde él se abordan cada uno de los espacios que se buscan poner en (des)equilibrio o equilibrarse en la cuerda floja de la palabra. El amor no escapa a esta poética, pues ella atraviesa acertadamente todo el libro: El espacio donde dice / aquí debe estar tu cuerpo / tiene un hueco resbalándose / en el borde / boca abierta / resecada / quejumbrosa / que intenta vanamente pronunciarte (p.7).

Como observamos, lo que se destaca es el espacio ocupado por el cuerpo del otro, ese espacio que ocupaba en la cama, en el sofá, en la mesa, donde ahora hay un espacio vacío. En poesía, los espacios vacíos tienen una gran potencia de ensoñación, una posibilidad en donde la palabra puede anclarse y moverse a voluntad, recorriendo todos sus matices, sus grandes posibilidades de significado. 

En este camino hemos recorrido tres momentos: lo sexual para referirse a la creación poética, la caída y continuación de un cuerpo que se levanta una y otra vez de sus tropiezos y el espacio vacío dejado por la partida del amor. Quisiera detenerme brevemente aún en otros lugares que llamaron mi atención.

Uno de ellos es “Material reciclableque aborda desde otra perspectiva la creación poética. Ya no es la poética desde el goce sexual, sino la poética como acto de incorporación al cuerpo del lenguaje y la experiencia. En este poema la poeta amasa, mezcla, crea una bebida con el lenguaje y el sujeto lírico lo bebe hasta la saciedad para incorporarla a su organismo. Si lo pensamos bien, en ambas poéticas hay un acto de posesión que se opera hacia el lenguaje y desde el lenguaje. Una incorporación al cuerpo del cuerpo mismo del poema.

Continuando el recorrido llegamos al poema “Instrucciones para doblar un origami”, en esta ocasión se hace énfasis en las manos y la boca: labios y lengua. Para terminar con unos versos que invocan nuevas oportunidades vitales, muy conectados con el poema “Lugar común: riesgo clínico del caminante” que comentábamos anteriormente: mi cuerpo es el papel desdoblado / dispuesto a transfigurarse en un arte mejor  (p.27), observamos la relación del cuerpo con el arte, teckné y poiesis para los griegos –técnica y creación–, como si se pudiera desarrollar con el transcurrir del tiempo una mejor forma de desarrollar el arte que tiene su recinto principal en el cuerpo, la vida misma.

El poema “Asfixia” es uno de los textos que tiene una mayor experimentación a nivel de lenguaje, de imagen e incluso de disposición gráfica del mismo en la página: la imagen podría asemejar una cuerda, recordamos la cuerda para asirse del inicio, podría ser también un cuerpo comprimido, asfixiado, lo que nos lleva al título del poema. En este texto existe una voluntad sonora muy bien trabada, que genera un ritmo envolvente, una atmósfera un tanto asfixiante: hasta quedar sin fuerzas para retener / el último bolo / de oxígeno / que te queda (p.16).

Por otro lado, encontramos el poema “Equilibrio”, imagen central del poemario, en este texto somos testigos del equilibrista tambaleándose en la cuerda floja, sentimos las sensaciones que este siente en su anatomía, entre dos precipicios: una cuerda parece tensarse / sobre la fragilidad / al borde del marasmo (pp. 18 y 19). En este punto culminante entendemos, que el (des)equilibrio al que se alude en el título, con el prefijo “des” entre paréntesis expresa la dicotomía que todos vivimos día a día. Ese andar sobre una cuerda floja buscando un punto de equilibrio que evite la caída, viviendo el vértigo cuando se pierde el control y nos amenaza el desequilibrio.

Quisiera cerrar este análisis refiriéndome al poema que cierra el libro “Milagro cotidiano”en el que el cuerpo se lanza al mar, al asombro del horizonte y la tempestad. Cual Odiseo, la poeta se amarra al mástil, ¿la poesía acaso? con una voluntad de continuar el viaje de la vida, luego de la tormenta y avanzando hacia nuevos naufragios. En este poema encontramos la influencia del mar en la poesía de Yanelys, como él mismo es descrito por alguien que lo conoce, que lo lleva en la mirada. Hay imágenes olfativas y táctiles que hacen de este último poema un cierre acertado, llegando finalmente a la cuerda para asirse anunciada desde el inicio: aferro al mástil mi cuerda / enrumbo hacia alta mar el equipo flotante (p.33).

Con un acertado y rico manejo del lenguaje, una interesante búsqueda de imágenes relativas a lo corpóreo y a lo sensual, en su sentido amplio: sensación tacto, oído, olfato, visión y sonido la poeta cubana Yanelys Encinosa Cabrera nos entrega un poemario en el que nos reconocemos, midiendo los bordes de nuestra anatomía entre el precipicio y la cuerda que ha de llevarnos a la continuación del camino. Creo que cada lector recorrerá esa cuerda que ofrecen sus palabras y encontrará, sin duda, lugares a los cuales asirse.

Yanelys Encinosa Cabrera y Mariajosé Escobar en la presentación de (Des)equilibrios y una cuerda para asirse en la Feria del Libro de Caracas (2023)

Foto: Rubén Darío Roca

Yanelys Encinosa Cabrera (Bejucal, Mayabeque, 1983)

Licenciada en Letras. Ha publicado los cuadernos de poesía Del diario de Eva y otras prehistorias, Ediciones Unión, 2008 (premio David de la UNEAC 2007); (Des)equilibrios y una cuerda para asirse, EDP University, 2015. Poemas suyos aparecen en una veintena de antologías dentro y fuera de Cuba. Es miembro de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba. Ha coordinado los Encuentros de Jóvenes Escritores de Iberoamérica en la Feria del Libro de La Habana. Trabajó en el Centro de Información sobre la Literatura Cubana Actual en el Centro Cultural Dulce María Loynaz, y como promotora de la revista Amnios. Ha dirigido la Casa de la Poesía y el Centro Hispanoamericano de Cultura, instituciones de la Oficina del Historiador de La Habana. Es guionista del programa televisivo Papel en blanco en el Canal Habana. Se desempeña como editora de la Revista de la Biblioteca Nacional José Martí y emprende el proyecto cartonero Costanera Editorial.

Mariajosé Escobar (Caracas, 1986)

Escritora. Licenciada en Letras por la Universidad Central de Venezuela. Tesista de la maestría en Literatura Comparada por la misma casa de estudios. Ha publicado: Poemas de Insomnio y Lluvia (Editorial El Perro y la Rana, 2011); Versos Diversos. Antología poética sexo-género diversa contemporánea e hispanoamericana (Editorial El Perro y la Rana, 2011); La Casa en el Espejo (Casa de las Letras Andrés Bello, 2015); Verbeldía, Locura del verbo (Editorial El Perro y la Rana, 2019) y Líquen (Fundarte, 2022). Con el cuento “Gestación” gana el Concurso Metro Relatos 2014, auspiciado por Monte Ávila Editores y el Metro de Caracas. Participó en talleres de poesía dictados por Juan Antonio Calzadilla, Armando Rojas Guardia y José Carlos De Nóbrega. Poemas suyos han sido publicados en distintas antologías de Venezuela y América Latina. Actualmente tiene cuatro poemarios inéditos y un libro de cuentos.

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